EL TESORO DE GALICIA
Como preparar la mariscada gallega perfecta
Si hay algo que nos gusta de Galicia es, sin lugar a dudas, su excelente marisco. No podemos negar que uno de los atractivos de esta zona de España, además de sus maravillosos paisajes, es precisamente degustar una buena mariscada gallega. Ahora bien ¿es posible preparar ese plato en nuestras casas? Lo cierto es que sí. Hoy en día hay en internet muchas webs en las que comprar una mariscada gallega con producto directo de las lonjas. Una alternativa que nos permite contar con el producto adecuado. El resto será sencillo.
¿Por qué marisco gallego?
Lo primero que deberíamos saber es por qué es tan importante que sea marisco gallego. El marisco de esta zona es uno de los mejores del mundo. Esto es debido a lo que se conoce como afloramiento. Este afloramiento es la llegada de aire del nordeste que va penetrando en aguas gallegas y expulsando poco a poco el agua de la superficie hacia el océano. Inmediatamente, este agua es sustituida por el agua que hay en las profundidades. De esta forma hay agua fresca, mucho más fría y con bastantes más nutrientes, algo que propicia que los mariscos y pescados estén mejor alimentados y sean más deliciosos a la hora de consumirlos.
Preparar mariscos pequeños
En este caso el tamaño sí importa; y es que no será lo mismo cocer un marisco grande que un marisco pequeño. Entre los de menor tamaño encontramos algunos de los más populares. Por ejemplo, podemos encontrar gambas, langostinos, cigalas o los deliciosos percebes. Estos mariscos no requieren una preparación previa, así que simplemente tendremos que cocerlos en agua salada para que estén listos.
Ahora bien, es importante saber que el tiempo de cocción es muy corto precisamente a que son más pequeños. Deberás meterlos en abundante agua hirviendo. Cuando se recupere lo que conocemos como punto de ebullición, deberás dejar de 1 a 2 minutos los más pequeños (percebes y gambas) y de 5 a 8 minutos los más grandes como puedan ser los gambones y las cigalas.
Preparar mariscos grandes
Entre los mariscos grandes encontramos auténticas delicias como las nécoras grandes, los centollos, el buey de mar o los bogavantes y las langostas. En estos casos, necesitamos mucha más agua salada, pero además, en los ejemplares más grandes necesitamos empezar con agua fría.
El tiempo de esa cocción va a depender mucho del peso de la pieza. Por ejemplo, una langosta de 1 kilo necesitará aproximadamente 15 minutos. En el caso de que la pieza sea de 2 kilos, el tiempo será de 25 minutos aproximadamente.
El momento de la cocción: cómo prepararla
Lo que se busca en una buena mariscada es mantener el máximo sabor posible. Por este motivo es tan importante que el producto sea fresco y que el agua de la cocción esté muy salada. Además, de la sal, mucha gente añade 1 o 2 hojas de laurel. Esto va a gustos, hay gente que lo añade y gente que no.
A excepción de aquellas veces en las que se usa producto vivo, que entonces se debe partir de agua fría, hay que esperar un poco a que el agua esté en ebullición.
En cuanto a la olla y la cantidad de agua, dependerá siempre del tamaño del ejemplar que queramos hervir. Un ejemplar grande requerirá espacio, pero también si decidimos, por ejemplo, cocer muchos langostinos, pues necesitarán espacio para moverse durante la cocción.
En cuanto a los tiempos que hemos comentado, hay que señalar que siempre es mejor quedarse corto que pasarse con la cocción. El marisco muy cocido pierde mucho sabor.
Otra cosa importante en esta preparación es el enfriado; y es que una vez fuera del agua hay que enfriar rápidamente las piezas. Para ello, podemos colocar bandejas con hielo y poner encima el marisco.
Si tenemos pensado cocer varias piezas, podemos reutilizar el agua de unas para otras. No obstante, esto sólo puede ser aplicable a los mariscos que se cuecen directamente en agua caliente y no requieren iniciar en agua fría. Además, hay que verificar que el agua está limpia y que no tiene demasiadas impurezas. Por ejemplo, en el caso de los bogavantes el agua puede quedar muy oscura siendo en estos casos mejor renovarla.
Cómo conservar el marisco
Aunque lo ideal es que consumamos el marisco el mismo día que lo compramos, hay veces que la gente prefiere cocerlo y, una vez frío, guardarlo en la nevera. Se puede hacer sin problemas, con cualquier tipo de marisco, tanto con bogavantes como con cigalas y nécoras. Ahora bien, para que no se seque ni coja olores dentro de la nevera, lo mejor es envolver cada ejemplar, una vez frío, con un trapo húmedo empapado con el agua de la cocción e introducirlo en bolsas herméticas.
Sea como sea, tanto en el momento o un día después, esta mariscada de producto gallego se convertirá en el plato fuerte para una buena reunión con la familia o los amigos.
Recetas
14 Meriendas sanas para la vuelta al cole
Recetas
El pan integral más rápido
Recetas
Gajos de calabaza al horno
Recetas
Gazpacho casero fácil y saludable
Recetas
Pan artesano con harina de espelta integral
Recetas
El mejor bizcocho saludable de manzana
Recetas
Ideas exquisitas y sanas con soja texturizada