Crema fría de aguacate y kefir

Las cremas frías son perfectas para verano, los días calurosos, incluso cuando apetecen cenas ligeras. El gazpacho es una de las recetas españolas favoritas para los días de más calor, pero si quieres variar te propongo esta crema probiótica, gracias al kéfir.

Antes de hablar de este gran producto lácteo, quiero enseñarte que esta receta puedes hacerla más líquida tipo sopa (como está en la receta) o más espesa tipo "salsa para dippear".  Con ella podrás comer con crudités de pepino, brocoli, zanahoria, pimiento rojo, tomates cherry, etc...

La diferencia está en las proporciones de aguacate y kéfir. Entre más fruta tenga y menos producto lácteo, más denso será para comer. Prueba y verás. Sirve en tu siguiente fiesta y verás como triunfas. 

El kéfir es un fermento alcohólico de levaduras (hongos) y bacterias (lactobacilos). Si el kéfir es de leche, la lactosa se transforma en ácido láctico, también produce dioxido de carbono y alcohol. Es una fermentación alcohólica como la kombucha. El alcohol que genera es una pequeña cantidad del 1-3%.

Habrá que tener precaución con pacientes con síndrome de intestino irritable (SII) o patologías digestivas graves. El embarazo es otra etapa de la mujer que debería evitar su consumo. Si eres alérgico a la proteína de la leche, puedes optar por consumir kéfir de agua.

La gran diferencia entre los dos consiste en que el kéfir de agua no necesita lactosa para fermentar, pero sí azúcar para desencadenar la fermentación. Tiene las mismas cualidades que el kéfir de leche, pero no de textura. El de leche es parecido a un yogur, más líquido y ácido que este, mientras el kéfir de agua (tíbicos) es más bien como una bebida carbonatada más parecida a la kombucha.