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Estrené esta receta cuando mi hija menor no podía comer gluten, así que me aventuré a experimentar, leí por aquí y allá y al final llegué a esta receta final. En casa encanta la bechamel, y yo la hago de vez en cuando. La primera vez pensé que no iba a gustar, y cuál fue la sorpresa que ¡nos encantó a todos! Suave, diferente y muy nutritiva. También puedes usar harina de arroz, o también fécula de maíz. Alguna vez lo he hecho con harina de espelta integral está muy rica, (al igual que el pan de espelta integral), pero esta versión ya no es para celíacos.
El secreto para que quede con el espesor adecuado es poner más caldo, te advierto que una vez fría queda bastante compacta, si al contrario, te gusta una textura sedosa te recomiendo que no te pases en la cantidad de líquidos. No es necesario ponerle queso si eres vegano, pero es verdad, el queso da un toque bastante rico. Esta salsa vegana (si usas caldo) puedes combinarla con todo hasta con pasta, quinoa, mijo o arroz. Ya tienes una idea más para hacer. Espero que te guste mucho, mucho. PAOLA.