baja de peso sin dietas
Errores nutricionales que debes dejar de cometer

Errores nutricionales

Errores nutricionales que debes dejar de cometer

¿Haces todo bien y no logras bajar de peso? Tal vez, estés cometiendo varios errores nutricionales y ni te estás dando cuenta. Revelamos aquellas acciones que debes evitar para llevar una vida saludable.

No es de extrañar que muchas veces, a pesar de que seguimos una dieta saludable, nos sentimos sin energía y no conseguimos llegar a nuestro peso ideal. Esto se debe a que, sin darnos cuenta, caemos en diversos errores nutricionales. 

Diariamente, elegimos que comer, la hora en que lo hacemos y las porciones, todo esto conforma nuestros hábitos de alimentación. Si hacemos estas elecciones de forma inconsciente, lo más seguro es que estemos llevando una dieta totalmente desequilibrada.

La Cocina Sana te presenta los errores nutricionales más comunes. Presta mucha atención e identifica cuál de ellos estás cometiendo.  

Errores nutricionales más comunes 

Es completamente normal tener errores nutricionales, tratas de hacerlo lo mejor posible y aplicas lo que has visto en internet o has escuchado a tus compañeros de trabajo. 

La alimentación es un tema complejo, pues no todos tenemos las mismas necesidades, sin embargo, ahora mismo te describiremos los errores más comunes. Para que, a partir de ahora, trabajes en evitarlos. 

1. Contar calorías  

Seguramente, has escuchado que para adelgazar es muy importante contar las calorías que se consumen en cada comida. Estar sumando calorías tiende a confundir y hace que nos obsesionemos mucho más con nuestro peso, incluso podemos subir unos kilitos de más y afectar nuestra salud a largo plazo. 

En lugar de estar atentos a un número, debemos adaptar las porciones de hidratos de carbono, grasas y proteínas a los objetivos. Seleccionar solo alimentos naturales que realmente nos ofrezcan los nutrientes requeridos para el funcionamiento normal del organismo y prepararlos con técnicas de cocción saludables. 

2. Consumo reducido de frutas y verduras 

Las frutas, verduras y cereales integrales poseen la fibra necesaria para nuestro organismo, además de vitaminas y minerales que fortalecen a piel, los huesos y el sistema inmunológico. Además, estos alimentos ofrecen un efecto saciante que ayuda a evitar el picoteo entre horas, por lo que son ideales para las meriendas o snacks. 

El bajo consumo de fibra, está asociado al estreñimiento, a la inflamación y al desequilibrio de la flora intestinal. Para evitar estos trastornos gástricos, los expertos recomiendan comer 5 porciones (400 g) al día dividas en: tres raciones de fruta y dos de verduras. 

 

3. Muchos líquidos y poca agua 

Para estar saludables nuestro cuerpo requiere mínimo dos litros de agua diarios. Pero, estamos hablando de solo agua, no hay que sustituirla por infusiones, zumos y mucho menos bebidas gaseosas azucaradas. 

El consumo de este tipo de bebidas proporciona calorías, las cuales contribuyen al aumento de peso y favorecen la acumulación de grasa. Al estar compuestas de azúcares simples, pasan muy rápido al torrente sanguíneo, provocando que la glucosa en sangre suba y aumente el riesgo de obesidad, resistencia a la insulina y enfermedades metabólicas. 

Ingiere la cantidad de agua apropiada y si quieres darle un plus de hidratación a tu cuerpo, complementa con bebidas probióticas como la Kombucha, infusiones de hierbas endulzadas con Estevia o agua con extracto natural de aloe vera.

4. Obviar una comida

Cuando hacemos ayuno intermitente por más de 16 horas, es muy probable que saltemos una comida. Pero, este protocolo no es una práctica diaria. El resto de días resulta esencial comer:

  • Desayuno

  • Snack a media mañana

  • Comida principal

  • Merienda a media tarde 

  • Cena. 

El ayuno prolongado produce un ahorro energético en el cuerpo, y al llegar la hora de la comida nuestro cerebro envía la señal de ingerir más cantidad, enlenteciendo el metabolismo y almacenando grasas para mantener las capacidades físicas y psicológicas. 

5. Demasiados carbohidratos para un estilo de vida sedentario

Comer carbohidratos saludables como cereales integrales, legumbres y verduras ricas en almidón, no es un problema siempre y cuando llevemos una vida activa.

Es decir, si solo permanecemos sentados frente al ordenador, invertimos el tiempo de ocio en actividades de bajo impacto, ver televisión, redes sociales, etc., y no caminamos, la energía que aportan estos alimentos no será aprovechada por el cuerpo. Toda la glucosa obtenida de los hidratos de carbono, será acumulada como reservas de grasa, por lo tanto, nuestro peso corporal aumenta.

 Si llevas un estilo de vida como el que describimos anteriormente, debes reducir el consumo de estos alimentos e incrementar las porciones de vegetales en tu plato. Busca una actividad física que te guste y ve aumentando la ingesta de carbohidratos integrales a medida que avance la intensidad del entrenamiento. 

6. Productos industriales ultraprocesados

La alimentación sana se inclina hacia lo natural, dejando de lado aquellos productos industriales que han sido modificados a través de químicos, aditivos y azúcares para complacer el paladar. 

Es vital reducir el consumo bollería, galletas, pastelería, embutidos, gaseosas y derivados lácteos con alto contenido de azúcar. Esta clase de alimentos, alteran el metabolismo y reducen la capacidad natural de regular el colesterol y la glucosa en sangre, lo que se traduce en un mayor riesgo de diabetes y obesidad.

Nutre tu cuerpo con comida real, no olvides el descanso y el ejercicio físico como hábitos indispensables para alcanzar un estilo de vida saludable. En La Cocina Sana te damos muchos recursos para que tus hábitos de vida contribuyan a tu salud integral, y si quieres ir más lejos, el Club de la Cocina Sana, es un recurso que te invitamos a conocer.

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