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1 HORA
No es un flan en el sentido estricto. Me he arriesgado a hacer esta receta sin saber cuál sería el resultado. No he cocido las peras previamente, ni hice una compota llena de azúcar como indican las recetas tradicionales.
Usé yogur griego, eso sí, para garantizar que hubiera una densidad nutricional buena y el postre no terminará en un desastre. Siempre puedes hacer tu propio yogur. En este caso, lo compré en LIDL.
Apliqué una técnica de cocina para este tipo de prepararaciones: el baño maría. En la bandeja de abajo añadí agua para llevar a cabo esta técnica dentro del horno. Los pudines y los flanes se hacen a temperatura media para conseguir esa textura que distingue a este tipo de postres.
Las peras deben ser dulces, si crees que no lo son lo suficiente, rectifica el dulzor, siempre utilizando la mínima cantidad posible de azúcar o el edulcorante que prefieras. Yo no necesité añadir nada, no hizo falta.
El resultado es maravilloso.
Recuerda que para hacer esta receta (o cualquier otra) debe imperar siempre el sentido común, si yo use 4 peras pequeñitas y tú tienes medianas, pon menos cantidad. Si son grandes pues con 2 a lo mejor es más que suficiente. El horno es otro elemento clave, tal vez necesites más tiempo, o si es verano y hace calor es posible se haga enseguida.
Siempre comprueba el grado de cocción con un cuchillo para cerciorarte que está hecho antes de sacarlo del horno. Puedes cocinarlo tanto tiempo como haga falta.
Este es un postre suave y fácil de comer para aquellos que tengan dificultades con la deglución. Pon al final una pera en crudo, será el toque perfecto para hacer de este postre una delicia. No te olvides espolvorear con ralladura de coco y también podrías ponerle virutas de chocolate, o por qué no, nibs de cacao.