baja de peso sin dietas
Aprende a leer etiquetas de los productos alimenticios

MANUAL PARA ACERTAR Y QUE NO TE LA CUELEN

Aprende a leer etiquetas de los productos alimenticios

Sabemos que hay que priorizar la comida real, pero también sabemos que la vida real existe y está llena de etiquetas, leyendas, sellos y números que también forman parte de nuestra despensa. ¿Sabes lo que compras?

Los mejores chefs del mundo saben que todo platillo sabe mejor si se utilizan ingredientes frescos y de alta calidad. Saber escoger los alimentos es parte esencial de la cocina.
Saber leer etiquetas al principio no es sencillo y te saltarán muchas dudas, a medida que tengas experiencia será más fácil y tendrás más seguridad.

¿QUÉ MUESTRAN LAS ETIQUETAS DE LOS ALIMENTOS?

A. Ingredientes particulares de cada producto. Por regularización, la lista de los ingredientes debe figurar de mayor a menor cantidad que tiene el producto (incluyendo aditivos y conservantes).

Parece bastante simple, pero a pesar de los esfuerzos de los gobiernos por tratar de obligar a las industrias a informar a la población; éstas han logrado desviar nuestra atención haciendo que leer las etiquetas de los alimentos sea muy complicado y engañoso.

ENGAÑO 1 Confunde y reinarás. Indiscutiblemente, el azúcar es adictivo. Y si una empresa quiere vender más un producto, que mejor estrategia que hacernos adictos añadiendo altos niveles de azúcar. Pero la población sabiendo lo mala que es, la evita. Así que para disfrazarla, las empresas utilizan diversas nomenclaturas: glucosa, sacarosa, fructosa, todo lo que termine en -osa, jarabe de maíz, melaza, conservante, malto dextrina, jugo de caña, maíz dulce, etc. Así que si alguno de estos alimentos aparece entre los primeros lugares de la lista de ingredientes, ya sabes que estás frente a un producto que podría tener alrededor de 50% de azúcar. Pues todas las etiquetas deben nombrar los ingredientes por orden de cantidad. En el apartado de hidratos de carbono no está claro de donde proceden los azúcares, si de la propia fruta, si son azucares libres o son añadidos. La única de saberlo es buscar un derivado del azúcar para saber si son añadidos.

ENGAÑO 2– Cero grasas trans Valiéndose de las bases matemáticas, si las grasas trans tienen un nivel decimal, las empresas redondean en CERO  y pueden decir con orgullo que sus productos no tienen grasas trans. Por eso basan sus cálculos en porciones mínimas. En algunos casos de 30 g y no en 100 g como es la norma europea. 

ENGAÑO 3“Bajo en Azúcar” Aunque las empresas sacrifiquen los azúcares en sus productos, no quiere decir que lo hagan con sus sustitutos: los endulzantes artificiales. Generalemnte los reclamos se dan bajo el eslógan “cero azúcares añadidos” “light” “Bajo en grasas”. Esto es un disfraz y un engaño para nuestro organismo, nuestro cerebro confunde las señales y segrega insulina para eliminar la glucosa, pero cuando no la encuentra, nos pone ansiosos por ingerir azucares… Hasta obtenerla. 

ENGAÑO 4 ¿Alimentos enriquecidos? ¿Sabías que uno de los desayunos menos saludables son los cereales? No importa que te nombren las vitaminas desde la A hasta el Zinc y otros minerales. Todos los alimentos que han sido enriquecidos se les conoce como alimentos funcionales. Pero estas vitaminas y minerales la biodisponibilidad para nuestro organismo no es lo mismo si los obtenemos de los alimentos frescos, los de verdad.

¿Por qué tantos ingredientes en una etiqueta?
Aditivos y conservantes. La industria alimentaria tiene que garantizar que el producto llegue a la boca del consumidor con buen sabor y en perfecto estado y sella con una fecha de caducidad. Los periodos de conservación de cada producto son largos o cortos, dependen de los muchos (o pocos) aditivos y conservantes que tenga. Suena sensato, pero muchos de ellos no son seguros para nuestra salud. Y otros como los potenciadores de sabor, aromas, y colorantes no cumplen ninguna función nutritiva o de seguridad alimentaria. Se añaden solo para la palatabilidad del producto. Las empresas buscan rentabilidad, no velan por nuestra salud.

¿QUÉ DEBEMOS HACER ENTONCES? Como hemos repetido hasta ahora: priorizar en alimentos frescos que no tienen etiquetas y por tanto, son sanos. Nuestro día a día nos invita a muchas veces a comprar procesados, por eso la importancia de saber leer etiquetas, compararlos con otros y poco a poco conocer los óptimos que se ganen un sitio en nuestra despensa. Por regla general, entre más limpia este una etiqueta mejor procesado será: En La Cocina Sana nos parece buena idea aconsejar comprar aquellos que tengan menos ingredientes, aditivos y conservantes. Y por supuesto, los ingredientes sean de la mayor calidad posible.

En el siguiente post explicaremos cómo escoger los mejores alimentos frescos desde las frutas y hortalizas hasta las carnes, pescados y mariscos. No te lo pierdas.

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